Un hosting o alojamiento compartido, además de ser la opción más económica, es la más fácil de administrar ya que te olvidas por completo del control del servidor. Tu web estará en un ordenador compartido con cientos de páginas, pero tendrás tu espacio, tus cuentas de correo, tu dominio, etc…
Pero puede llegar el momento en que tu web empiece a crecer en visitas, que tu espacio se quede pequeño , que la web se caiga contínuamente por falta de recursos, y que estos recursos del servidor compartido sean insuficientes, entonces necesitarás un SERVIDOR VIRTUAL VPS.
Contratar un servidor privado te permite manejar el espacio en el disco duro y también la memoria RAM, es decir, todos los recursos del servidor son únicamente para ti, no los compartes. Esta es la gran ventaja de un VPS, el inconveniente llegará a la hora de tus conocimientos sobre la administración de servidores. En este caso no puedes olvidarte por completo del «ordenador», necesitarás unos conocimientos mínimos sobre servidores!!
En ambos casos, lo más importante es asegurarse que el proveedor ofrezca un buen soporte . Sean cuales sean tus necesidades, una buena recomendación es llamar por teléfono previa contratación y explicar tus necesidades, pedir asesoramiento y ver las opciones que te ofrecen.
Si necesitas un servidor virtual y no tienes absolutamente ningún conocimiento, es esencial que te ofrezcan la opción de un servidor virtual administrado, en el que sean técnicos especializados los que gestionen, administren y mantengan los sistemas actualizados y a punto, previniendo todos los riesgos que puedan aparecer.